Lloc i data de publicació: www.vivirmejor.es, dilluns, 20 de desembre de 2010
Sólo 1 de cada 10 niños hiperactivos reciben tratamiento
Los profesionales que se han dado cita en Barcelona con motivo de un simposio sobre TDAH , el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, han mostrado su preocupación por el hecho de que sólo uno de cada 10 niños españoles que padecen esta patología sean tratados de manera combinada, es decir, tanto por vía farmacológica como por vía psicoterapéutica.
Los expertos subrayan la necesidad de que los pediatras se impliquen en este trastorno, hoy en día, aseguran, infradiagnosticado e infratratado. Son datos aportados por el doctor Jordi Sasot, Presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría Infanto-Juvenil, coordinador de la Unidad de Paidopsiquiatría del Centro Médico Teknon de Barcelona y del simposio La necesaria implicación de la pediatría en el TDAH.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que suele asociarse con retraso y dificultades en el funcionamiento académico y social, es la alteración neuroconductual más diagnosticada en niños en edad escolar. Una de las cuestiones más debatidas ha girado en torno al hecho de que todavía hoy el TDAH siga siendo un trastorno infradiagnosticado y con frecuencia tratado de forma inadecuada.
Para el doctor Sasot existen dos razones que contribuyen a explicar esta realidad: "por un lado, dice, el hecho de que en nuestro país todavía no se reconozca a la Psiquiatría Infanto-Juvenil como especialidad médica hace que el número de estos especialistas resulte escaso para la población existente". En este sentido, los expertos coinciden en señalar la necesidad de que el pediatra, como médico de cabecera del niño, se implique en el abordaje del TDAH , tanto a la hora de identificar el problema, de diagnosticarlo, como de aconsejar y orientar a los padres sobre el mejor modo de tratarlo. "Esta mayor implicación del pediatra podría favorecer un mejor diagnóstico precoz del trastorno, fundamental a la hora de prevenir el fracaso escolar, por ejemplo, que suele aparecer en niños y adolescentes con TDAH no diagnosticados, ni tratados oportunamente”, apunta el doctor Sasot.
En cuanto a la problemática del infratratamiento, continúa el experto, "existen pacientes que, estando bien diagnósticados, solo están siendo tratados en el terreno psicológico, ya sea por desconocimiento de los padres o porque no están bajo control médico. En estos casos, al no recibir tratamiento farmacológico, el niño no mejora tanto como debería". En este sentido, añade, "creemos incluso que la implicación de la pediatría debería llegar hasta el tratamiento del trastorno. Hoy en día, posiblemente, la mayoría de los pediatras ya estén en disposición de iniciar también un tratamiento psicofarmacológico cuando tienen claro el diagnóstico de este trastorno". Origen biológico y abordaje terapéutico adecuado El hecho de que muchos niños no estén siendo tratados de forma adecuada responde, con frecuencia, a las controversias que continúan existiendo en torno al origen y condición de este trastorno. "Cada día disponemos de elementos más concluyentes acerca del trasfondo biológico del TDAH .
Ya existen estudios, fundamentalmente a nivel de investigación, de neuroimagen y neurofisiología que confirman no sólo las diferencias volumétricas sino también de nivel neurofuncional, mostrando cambios en diversas zonas del cerebro de los niños con este trastorno", explica el doctor Jordi Sasot. En consecuencia, el abordaje del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad debería ser integral, sobre todo en los casos más complejos. Conscientes de que la psicoterapia (terapias cognitivo-conductuales) resulta especialmente útil en muchos casos, "lo cierto es que la parte farmacológica es decisiva al tratarse de un trastorno de origen biológico en el que hay una alteración en la neurotransmisión y para el que en este momento existe un tratamiento farmacológico", asegura el especialista. El tratamiento farmacológico de primera elección del TDAH son los psicoestimulantes.
El metilfenidato se emplea desde hace más de 50 años. De este principio activo existe una formulación de liberación inmediata, y otra de más reciente aparición, de liberación prolongada que facilita el cumplimiento del tratamiento y evita la posible estigmatización del niño o adolescente.