Los adolescentes con riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria acostumbran a presentar una cierta distorsión en la imagen que tienen de sí mismos, especialmente de su imagen corporal. Habitualmente estos adolescentes esconden su figura con ropa ancha o expresan desafección por su cuerpo o figura.
En base a esto hay que comentar que se produce una imagen distorsionada y delirante del propio cuerpo, los jóvenes con alteraciones de la conducta alimentaria se ven a sí mismos con sobrepeso aunque su índice de masa corporal sea normal o se encuentre por debajo de los valores considerados como normales.