Se trata de adolescentes que transgreden las normas de relación interpersonal, ya sea en el núcleo familiar o social, no respetando los derechos básicos de los demás y con un carácter perturbador para el entorno social.
Normalmente este comportamiento desadaptado, agresivo, incluso antisocial, se presenta de forma reiterada en casa, en la escuela y en todos los ámbitos donde el adolescente desarrolla su vida diaria.
Entre las características de este apartado, encontramos adolescentes que muestran:
• Agresividad, a nivel verbal y físico: insultos, palabras y expresiones malsonantes, falta de respeto, especialmente con los adultos, así como agresiones físicas en forma de empujones, romper cosas, golpes, patadas, peleas, etc.
• Crueldad con personas y / o animales.
• Conductas sociales desadaptadas.
• Manipulación de las relaciones interpersonales.
• Desobediencia los valores y normas establecidas.
• Reacciones negativas ante los convencionalismos y formalismos.
• Actuaciones impulsivas (falta de control de los impulsos en diversas situaciones).
• Crisis de rabia, acompañadas de agresividad hacia los bienes, mobiliario, o personas que lo rodean.
• Fácilmente susceptibles, reaccionan a las mínimas provocaciones, incluso cuando éstas no están presentes, buscan discusiones y conflictos.
• Peleas frecuentes, dentro y fuera de casa.
• Utilización de algunas armas.
• Destrucción de propiedad ajenos o de bienes e inmuebles dentro del hogar familiar.
• Ausencia de sentimientos de culpa y / o autocrítica.
• Falta de sensibilidad y de empatía hacia los sentimientos de los demás.