El niño/a que presenta un humor inestable, fácilmente se enfada y se excita excesivamente, es la forma que encuentra para expresar que algo le está ocurriendo, pudiendo esconder detrás algún conflicto, problema o preocupación.
El mal humor junto la irritabilidad pueden ser síntomas de malestar personal que combinados con otros síntomas pueden expresar un trastorno del estado de ánimo o depresión.
Los síntomas asociados a tener en cuenta para hacer una consulta y descartar problemas relevantes son los siguientes: tristeza, actitud poco sociable, mayor sensibilidad emocional, cambios en el apetito y en el sueño, gritos o llantos, dificultades de concentración, cansancio y falta de energía, desinterés por participar en actividades, falta ilusión, sentimientos de baja autoestima o de culpa y pensamientos de muerte.
Cuando observamos en un niño/a actitudes de mal humor e irritabilidad es importante evaluar la frecuencia, la duración en el tiempo, la aparición repentina y la correlación con los síntomas antes comentados.