Los niños de 0 a 4 años que presentan alteraciones emocionales difícilmente son capaces de verbalizar su malestar a través del lenguaje, por lo que nos tendremos que fijar en las conductas que manifiestan, para valorar si pueden presentar una alteración emocional significativa, haciendo referencia principalmente a aspectos de ansiedad y/o miedos. Los principales indicadores de una posible alteración emocional son los siguientes:
• Dificultad en separarse de los padres.
• Miedo a que les pase algo a los padres.
• Miedo a perderse.
• Negarse a ir a la escuela para separarse de los padres.
• Resistencia a quedarse solo con personas no familiares.
• Dificultades para dormir solo.
• Presencia recurrente de pesadillas.
• Quejas de que le duele la barriga, la cabeza, etc.
• Preocuparse demasiado por las cosas.