Nos hemos (o nos han) organizado una vida activa, intensa, llena de agendas, viajes puede ser?, comidas o cenas, encuentros, actos que no permiten lo que es más importante, disfrutar de nuestro tiempo. Desde que nos levantamos vamos con retraso y por fin llegamos a la noche.
Allí está nuestro hijo adolescente, o en ocasiones más de uno, que ha pasado la tarde solo, dormitando ante la TV, conectado a Internet, jugando con videojuegos, y cada vez menos, dando una vuelta con sus amigos. Necesitamos llegar, ponernos cómodos y dejarnos llevar. Lo más opuesto al diálogo, al hecho de escucharnos de forma viva y interesada, o por lo menos, debatir sobre algún tema interesante.
¿Queremos saber cómo educar? Pero no podemos dar una educación de microondas. Educar bien, como todo lo que se hace bien, requiere también su tiempo. Las llamadas de madres o padres missing, también niños llavero y menos padres cajero automático. Como es Navidad y es tiempo de pedir a los Reyes. ¿Por qué no recuperarlo estos días? ...y tirar de la manta y hacer sofá y hacer algo juntos y compartir juegos y todo lo que queramos, pero no olvidemos decir que lo mejor es estar juntos.
Ho, ho, ho, es el mejor regalo de todos !!
Rosa Mª Ibañez, Psicòloga clínica
11 de Diciembre de 2014