La adolescencia es un periodo en el que la experimentación de sustancias es muy frecuente.
Entre los diferentes grupos de drogas tóxicas nos encontramos con:
• Depresoras del sistema nervioso central (alcohol, hipnóticos, ansiolíticos, analgésicos, heroína, etc.)
• Estimulantes del sistema nervioso central (anfetaminas, cocaína, cafeína, nicotina)
• Perturbadoras del sistema nervioso central (alucinógenos, cannabis y derivados, disolventes, etc.)
La mejor medida preventiva de la drogadicción en el adolescente es la propia familia, es el hecho de haber tenido una infancia feliz, con una plena integración y con atención a sus demandas y pequeños conflictos.
Los adolescentes pasan por diferentes etapas, una vez se inician en el consumo de drogas tóxicas:
-1ª. Experimentación: etapa de curiosidad, e iniciación en el consumo de tóxicos.
-2ª. Período intermedio: el adolescente al creer que controla el uso de drogas, busca los efectos deseados sin miedo inicial.
-3ª. Dependencia: pérdida del control del uso, sólo se preocupa "de estar colocado", y se producen cambios de comportamiento importantes.
-4ª. Destrucción o síndrome cerebral tóxico: se trata de adolescentes y jóvenes "muy pegados", los cuales utilizan la droga más que buscar las sensaciones eufóricas de éstas, para intentar evitar las sensaciones negativas.
Entre los factores que facilitan el consumo de tóxicos se encuentran a nivel personal: la falta de información o conocimiento, el estrés, la presión grupal, la autoestima, los pobres recursos personales de afrontamiento, el bajo control del impulso, el comportamiento antisocial precoz, etc. Otros aspectos, serían la falta de éxito a nivel escolar, lo que conduce al adolescente a refugiarse en otro tipo de éxitos, viviendo de forma peligrosa. Finalmente destacar que a partir del momento en que el adolescente sobreestima su propia capacidad de control sobre su consumo y la situación de riesgo que conlleva, comienza a aumentar sus niveles de consumo, su descompensación comportamental y su deterioro neurológico.