La etapa adolescente es de cambios, cambios de comportamiento y del estado de ánimo, momentos de rebeldía y de desafío, lo que facilita episodios normales de desobediencia puntual (así ocurre con la mayoría de adolescentes), no obstante, cuando la falta de cumplimiento de las normas, se da de forma reiterada y sin respeto a ningún tipo de autoridad, nos encontramos ante una situación problemática, ante un probable trastorno de conducta, mucho más difícil de afrontar y reconducir.
Los padres deben mostrar autoridad, procurando que las normas que establezcan sean justas y adecuadas. En su logro tienen que entender y comprender la etapa adolescente, aplicar y saber administrar las normas adecuadas en cada momento, y no excederse en ellas, sin pretender que sus hijos sean siempre perfectos y aceptando que sus “formas de hacer” no siempre deben de coincidir con las suyas.
Entre las características de los adolescentes con trastornos de conducta encontramos:
• Desobediencia reiterada.
• Arrogancia.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Actitudes desafiantes y negativistas/oposicionistas.
• Actitudes exigentes con los que le rodean.
• Egocentrismo.
• Tozudez excesiva, son mentalmente poco flexibles.
• Utilizan expresiones y palabras malsonantes.
• Muestran dificultades para cumplir las normas de los adultos y figuras de autoridad, como familiares y maestros.
• Están malhumorados e irritables.
• Fácilmente faltan a clase, o tienen problemas escolares por su comportamiento, donde se producen castigos y expulsiones.
• Pueden presentarse fugas de casa, a pesar de las prohibiciones paternas, y vuelta al hogar, en horas no pactadas.