En la etapa escolar los niños muestran sus capacidades intelectuales. Un nivel cognitivo inferior a la media de la población, es decir un coeficiente intelectual menor de 80, puede ser fácilmente responsable de un bajo rendimiento académico.
Entre las señales de alarma principales es necesario que nos fijemos en su rendimiento escolar, dentro de sus aprendizajes básicos como la lógica, razonamiento, lectura, escritura, comprensión, vocabulario, atención, memoria, etc., con respecto a sus compañeros.
Cuando los objetivos básicos de cada curso no se alcancen adecuadamente, y estos cada vez hacen más palpable la distancia hacia su grupo normativo tendremos que ser conscientes de las dificultades del niño e identificar su problemática para buscar los medios de ayuda adecuados con la máxima precocidad.