La base de una buena convivencia familiar es la adecuada comunicación entre padres e hijos y el respeto entre ellos.
Dos factores importantes son los que se deben tener en cuenta en la convivencia familiar: primero, el que todas las personas pensamos y actuamos diferente, y segundo que la familia no se escoge, es una relación biológica de azar.
A partir de aquí, la comunicación es la piedra angular que hará que unas positivas relaciones familiares sean posibles. Las señales de alarma que pueden expresar que hay alteraciones en la comunicación familiar son:
• Necesidad habitual de imposición de normas de forma autoritaria.
• Establecimiento de normas poco claras y permisivas.
• Poco o nulo tiempo para charlar entre padres e hijos.
• Poco o nulo tiempo de juego entre padres e hijos.
• No ser capaces de expresar necesidades, deseos y emociones dentro de la familia.
• Poca o nul.la capacidad de empatía ( ponerse en el lugar del otro).