El mutismo es la inhibición del habla en todas las situaciones.
El mutismo selectivo es un trastorno de la conducta, de origen emocional, caracterizado por la dificultad del niño para interactuar y hablar en determinadas situaciones. Se suele manifestar cuando se incorpora a la escuela infantil o al trasladarse a un nuevo centro escolar.
Los niños que manifiestan estas conductas tienen un habla adecuada y se comunican de acuerdo a su edad.
Las señales de alarma de mutismo selectivo son:
• No hablar en situaciones concretas pesar de poder expresarse con normalidad en otros (su familia).
• No buscar la relación / comunicación aunque se le pida.
• No hablar ante personas que no formen parte de su familia o de su círculo íntimo de amistades
• No mantener un buen contacto visual.
• No sonreir.
• No saludar ni despedirse, ni dar las gracias.
• Utilizar otras formas de comunicación (susurrar, utilizar las manos o la cabeza, escribir, etc.)
• Tener dificultad para hablar de sí mismo y para expresar sus sentimientos.
• Ser excesivamente tímido.
• Aislarse del resto de compañeros de la escuela.
• Ser dependiente de los demás.
Debemos diferenciar estas conductas de los problemas de habla debidas a una falta de conocimiento o fluidez del lenguaje. También se debe diferenciar de los trastornos del desarrollo, de maduración o de un trastorno del espectro autista. Finalmente, también hay que descartar que no sea un trastorno de origen orgánico o sensorial, o bien consecuencia de un hecho emocionalmente traumático.