Nos referimos por conducta hiperactiva aquel estado de los niños caracterizado por un exceso de energía e inquietud psicomotriz, que se muestra en forma de movimientos constantes, así como por dificultades para mantenerse quieto y tranquilo cuando la situación lo requiere. Es uno de los síntomas principales del TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad-impulsividad). Entre las características más importantes de estos niños, destacan las siguientes:
• Son inquietos y movidos.
• Están siempre moviéndose y tocando todas las cosas.
• Se mueven mucho durante el sueño.
• Corren, saltan y trepan excesivamente.
• Se aburren con facilidad.
• Se enredan con sus manos y pies, o se mueven exageradamente en su lugar.
• Mueven en exceso pequeños objetos, como lápices, gomas, etc. y se les caen con frecuencia al suelo.
• Destrozan objetos y juguetes.
• No pueden mantenerse sentados durante mucho tiempo (excepto en aquellos juegos o actividades de mayor interés para ellos).
• Tienen dificultades para jugar o divertirse en silencio y con tranquilidad.
• Hablan en exceso.
• Interrumpen en el aula, casa y situaciones sociales.
• Son incapaces de relajarse.
• Son temerarios, no temen el peligro y realizan acciones que pueden ser peligrosas para ellos mismos.
• Rompen cosas a menudo.