Los niños/as experimentan malestares físicos a lo largo de su vida evolutiva, ya sean dolor de cabeza, abdominal o cansancio excesivo.
La señal de alarma aparece cuando estos síntomas se dan de forma repetida, continuada e inadecuada para la etapa evolutiva del niño/a.
Normalmente, estas quejas somáticas desadaptivas aparecen como expresión del malestar psicológico Es decir, estos trastornos físicos afectan al cuerpo, pero suelen tener una causa psicológica.
Pueden aparecer cuando un niño/a interpreta un hecho como indicativo de un motivo de alta preocupación, como por ejemplo de abandono por la llegada de un hermano. En estos casos el niño/a se puede sentir sin capacidad para reclamar el afecto directamente y lo puede expresar de forma involuntaria a través de su cuerpo.