De la misma manera que en las alteraciones emocionales, con las alteraciones afectivas y en los niños de 0 a 4 años nos tendremos que fijar en las conductas que manifiestan para determinar si hay una alteración afectiva o del estado de ánimo significativa. Destacamos los siguientes puntos como aspectos principales que pueden hacer pensar que un niño presenta una alteración afectiva o del estado de ánimo:
• Tiene cambios en el estado de ánimo y mal humor.
• Presenta irritabilidad y se enfada fácilmente.
• Se encuentra triste y quiere estar sólo.
• Llora fácilmente.
• Apenas sonríe.
• Tiene dificultades para divertirse, no le gusta apenas nada.
• Tiene dificultad para conciliar el sueño
• Está cansado con frecuencia.
• No come bien y apenas tiene apetito.
• Se relaciona poco con los demás niños.
• Se mueve poco, es poco activo.
• Se queja normalmente de que le hace daño la cabeza, la barriga, etc.