Con motivo del inicio de curso nos visita una adolescente que tiene un entusiasmo fugaz por la novedad.
"Soy una indecisa, me gustan tantas cosas que al final no hago ninguno. Aunque lo empiezo y todo lo dejo"-comenta con voz baja reflexionando. "Enseguida me aburro y lo que me despertaba mucho entusiasmo e interés al principio termina por aburrirme. He empezado a estudiar un idioma pero no puedo continuar".
No es infrecuente esta actitud ciertamente inmadura que de manera compulsiva se va convirtiendo en un hábito.
Le recomendamos un cambio de actitud.
La disciplina personal y el esfuerzo son unas de las mejores claves del éxito, sea en una actividad artística, deportiva o académica y vigilar no cultivar un carácter caprichoso o que sólo busca la sobresatisfacció inmediata.
Es importante canalizar nuestras emociones y tener un mínimo de control de las situaciones pero atender a hacerlo lleva tiempo.
Y es que sorprendernos a nosotros mismos cambiando lo necesario es una actitud muy recomendable ya desde la adolescencia.
Publicado en: Revista Todo Sant Cugat, n.1382
Fecha: 27 de septiembre de 2013