La ansiedad por separarse de los padres es adaptativa en la etapa comprendida entre los 6 y 24 meses, en la que el niño se siente inseguro al alejarse de los padres. A partir del momento en que el niño empieza a caminar y mínimamente a hablar la ansiedad disminuye.
Para que un niño/a presente este tipo de alteración emocional se tienen que dar tres de estas situaciones y tienen que perdurar más de un mes:
• Excesivo malestar cuando sólo piensa en la separación.
• Gran preocupación por perder a sus padres y pensar que puedan sufrir daño.
• Gran preocupación porque pueda haber un acontecimiento que los separe.
• Resistencia a ir a la escuela.
• Resistencia a irse a dormir sin sus padres.
• Quejas somáticas al separarse de sus padres.