Escribir con la mano derecha o izquierda es un factor genético hereditario, aunque puede estar condicionado por factores ambientales y educativos. Aunque ser zurdo puede complicar muy ocasionalmente ciertos aprendizajes, no está demostrado que la prevalencia de dificultades escolares sea diferente entre diestros y zurdos.
Si la dominancia de la mano, pierna, ojo y oído no recae en el mismo lado se habla de lateralidad cruzada. Este hecho, no tiene porque conllevar una patología ni problemas de aprendizaje, es decir, que la presencia de una lateralidad cruzada homogénea es un hecho evolutivo completamente normal.
Es importante que el establecimiento de la organización de la dominancia lateral se tenga claramente definida a los 5 años. Si se detecta que el niño no se define y presenta una lateralidad no homogénea es síntoma de que su desarrollo no es lo suficientemente maduro y puede tener, en algunos casos, consecuencias, por ejemplo en el aprendizaje de la lectoescritura.
También hay que tener presente que un retraso en la organización de la lateralidad de relevancia clínica nunca lo encontraremos aislado, sino habitualmente asociado a otros trastornos como, por ejemplo con dificultades atencionales u otras dificultades en la madurez neuropsicológica o psicomotriz.