La somniloquia es la presencia de episodios de habla durante el sueño. Se trata normalmente de la emisión de palabras ininteligibles o un conjunto de ellas formando frases cortas. Pueden acompañarse de risas, gritos o llantos. No suelen despertar al niño, pero suelen ser molestas para las personas que lo rodeen. Puede expresar un problema emocional o de estrés aunque también puede ser un síntoma totalmente normal y sin ninguna significación clínica.
La ofensa capitis nocturna, consiste en hacer golpes rítmicos de la cabeza contra la almohada o la pared al intentar conciliar el sueño. Pueden también aparecer sonidos guturales. Normalmente aparece en el momento de quedar dormido. Suele comenzar a los 9 meses y normalmente, no persiste más allá de los 4 años de edad. Otra alteración del sueño equivalente es la presencia de conductas repetitivas e involuntarias, como por ejemplo el balanceo de varias partes del cuerpo para dormirse.
Un trastorno del sueño, aunque muy poco frecuente en la infancia, es la narcolepsia, en el que al niño le aparecen ataques de sueño reparador irresistibles que aparecen diariamente durante un mínimo de 3 meses. Este trastorno es peligroso por sus consecuencias ya que puede comportar por ejemplo caídas graves